Cuanto nos cuesta mirar la realidad de frente, esa que se nos impone todo el tiempo con situaciones, con señales, a gritos y preferimos mirar hacia otro lado ya que no estamos en tiempo internos maduros para resolverla. Tenemos miedos que nos paralizan y responsabilidades que afrontar.
Mirarla y sacarte esos velos implica tanta cosas, cómo salir del lugar de la ignorancia, salir de la comodidad que te habita, actuar, llorar eso que queda atrás, abstenerte para no volver, pero también implica sembrar una nueva semilla que te permitirá crecer, mirar a otro lugar donde puedas permitirte desafíos nuevos, donde puedas cumplir deseos pendientes, mirarte vos con aceptación.
Aceptar esa realidad que no querías ver es el mejor camino para madurar y esto no es, al comienzo sin dolor, todo lo que se ama duele tan solo porque se ama, cuesta, se hace difícil, pero finalmente siempre será más sano mirar sin velos, caer de una vez al abismo y volar que quedarte en un duelo eterno!
Mira sin velos, crece, anímate a desafíos, a lo que te espera, a ver qué hay del otro lado.